Un Castilla elevado al Kubo

 en Real Madrid Castilla, Opinión de cantera

Se dice que “el cubismo fue un movimiento artístico desarrollado en 1907, creado por el español Pablo Picasso y continuado en sus albores por Georges Braque, Jean Metzinger, Albert Gleizes, Robert Delaunay, Juan Gris, María Blanchard y Guillaume Apollinaire. Es una tendencia esencial, pues da pie al resto de las vanguardias europeas del siglo XX. No se trata de un ‘ismo’ más, sino de la ruptura definitiva con la pintura tradicional”. Por su parte, el Kubismo se puede definir como el movimiento, esperemos que artístico, que va a desarrollar Takefusa Kubo ‘Take’ esta temporada defendiendo la camiseta del Castilla. El japonés se quiere poner el traje de líder del filial para, como hicieron con la pintura Picasso y compañía, romper definitivamente con lo tradicional y poder llevar al equipo dirigido por Raúl González Blanco a una nueva dimensión: la de la Segunda División.

El arte del Kubismo

Por el momento, lo que ya ha demostrado Kubo en esta pretemporada es que es muy bueno. Un jugado diferente, con un carisma único y llamado a ser uno de los buque insignia del Real Madrid en un futuro no muy lejano. Junto a otros jóvenes como Vinicius, Rodrygo o Brahim, el nipón quiere seguir engrandeciendo la historia del mejor club del Siglo XX para poder serlo también en el Siglo XXI. Con el primer equipo durante la gira americana dejó destellos de su calidad y fue una de las pocas buenas noticias de la pretemporada, pero con el Castilla ha demostrado que tiene madera de líder. Desde el debut ante el Alcorcón, donde no cuajó su mejor partido, se le vieron cosas diferentes. Esas cosillas que tienen los cracks.

Los siguientes encuentros que ha jugado en el filial sólo han confirmado que es muy bueno. Frente a la Cultural, a pesar de la derrota, fue el mejor del equipo y ante el Burgos se le vio mucho más liberado. Más integrado en un conjunto que poco a poco debería moverse a su alrededor.

Posición ideal

Si algo ha dejado claro Kubo en los primeros partidos que ha disputado con el Castilla es que su mejor versión la saca cuando goza de libertad. Cuando no está atado a una posición. Y esto lo entendió Raúl desde el primer minuto. Por ello, a Take, como le gusta que le llamen, se le ha visto libre dentro del terreno de juego entrando por la derecha cuando era necesario, por la izquierda cuando el juego invitaba a ello e, incluso, por el centro si tenía oportunidad. Siendo en esta zona donde mejor combina con Álvaro Fidalgo, veterano y otro de los líderes de un Castilla que tiene muy buena pinta.

Y todo esto lo ha acompañado de grandes sensaciones. De hecho, desde que aterrizó en el Real Madrid las sensaciones no han podido ser mejores. En el primer equipo cayó de pie y fue acogido por todo el vestuario. Y después, cuando llegó al Castilla, no tardó en ganarse a sus compañeros con su carácter y, sobre todo, con su juego.

¿Qué hacer con él?

En el Real Madrid se llegó a creer durante cierto tiempo que había que hacer un cambio de planes con Kubo. Que la mejor idea ya no era que jugara en el Castilla y entrenara en el primer equipo. Por ello, y porque Ronaldo no cesó en sus insistencia, estuvo muy cerca de ir cedido al Valladolid, pero su padre, Raúl y Zidane han frenado una idea que parecía definitiva durante un tramo del verano. Por ello y salvo giro radical de la situación, se quedará en el filial, entrenará con los mayores y, cuando Zizou lo crea necesario, jugará con el Real Madrid. Aunque de momento, su reto más cercano será guiar al segundo equipo ante Las Rozas el próximo domingo.

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