Raúl González tenía razón

 en Real Madrid Castilla, Cajón de Sastre, Opinión de cantera

Raúl González tenía razón. La tenía cuando hace una semana sorprendía a todos asegurando que el partido ante el Atlético Baleares, líder sólido del Grupo I de Segunda División B, e invicto en su casa hasta la fecha, llegaba en el mejor momento. Tenía razón porque pocos como él saben como va esto del fútbol. Sus más de 25 años en la élite le permiten conocer a la perfección todos los secretos del deporte rey y, cuando hizo esa afirmación, aunque alguno pudiese pensar que el filial tenía todas las de perder y casi nada que ganar en Mallorca, él sabía que no, que iban a tener opciones y, sobre todo, el rival era propicio para recuperar sensaciones perdidas y confianza. 

Punto de inflexión 

El Castilla visitaba el Estadio Son Malferit con mucho que ganar y casi nada que perder, tal y como sabía Raúl hace una semana justo después de caer en casa ante el Ibiza y firmar la tercera derrota consecutiva. El filial vivía su primera crisis de la temporada, una crisis de juventud, y ante el líder lo normal era hincar la rodilla, pero si sacaba algo positivo, tal y como sucedió, la idea del entrenador y la confianza de un equipo que va a ir creciendo partido a partido iban a volver a la capital de España muy reforzadas. Y eso pasó. 

El filial hizo un señor partido ante el Atlético Baleares que, si no llega a ser por el penalti que se inventó el señor colegiado, una más que le hacen al Castilla esta temporada los árbitros, hubiese traído hacia Madrid tres puntos muy reconfortantes. Los blancos jugaron con ganas y, tras superar unos primeros minutos en los que los locales fueron superiores, el gol de Pedro Ruíz tras una jugada espectacular de Fran despertó a un equipo que se reencontró en Mallorca. Los chicos de Raúl sólo sumaron un punto y siguen más cerca de los puestos de descenso a Tercera División que de la zona noble que permite pelear por jugar la fase de ascenso a Segunda División, pero lo más importante es que han recuperado la fe en su idea de juego. 

Sin miedo a nada

Raúl está comenzando su andadura en los banquillos. Tras un periodo de formación en categoría cadete y juvenil, donde realmente va a empezar a aprender lo que es ser entrenador es en Segunda División B. Partidos difíciles ante rivales tremendamente complejos que lo dan todo por sumar los tres puntos curten a cualquiera. Pero la leyenda madridista tiene una idea que, visto lo visto, va a mantener hasta que surta el efecto deseado. 

Su idea de fútbol es clara y se basa en atacar y jugar alegre, justo lo que más le gusta al madridismo. Y es que, pocos como él conocen mejor el sentir de la afición. Me atrevería a decir que Raúl fue el futbolista que mejor comprendió siempre a la hinchada del Real Madrid. Por ello, se le sigue recordando y adorando. Ante el Atlético Baleares lo demostró haciendo cambios ofensivos y buscando una victoria que, por valentía, podría haber acabado en derrota, pero esto le importa poco. Él sabe que el objetivo del filial este año es crecer y adquirir una serie de conceptos que ayuden a los jóvenes jugadores en el futuro. Si se pierde con las botas puestas poco importa, ya que también se aprende y se siembra para terminar ganando. Tengamos pacienciencia con Raúl y sus chicos, que más pronto que tarde darán alegrías al madridismo. 

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