Pero nosotros tenemos a Raúl
El Castilla se prepara para afrontar la temporada más difícil que se recuerda en la historia de la Segunda B. Una categoría que siempre es tremendamente complicada y exigente, pero que este año subirá un escalón tanto en el nivel y número de los equipos, hay que recordar que, entre otros, está el Deportivo de La Coruña, todo un campeón de Liga, como por la organización de la propia competición. El coronavirus ha cambiado todo, la división de bronce también, que este año tendrá nada más y nada menos que 102 conjuntos. Una barbaridad. Y la opción de terminar el curso en Segunda, en el mejor de los casos, o en la quinta categoría de nuestro fútbol. Una auténtica locura. Por medio, también se puede ascender a la Segunda B Pro (oficialmente denominada Primera División RFEF) o incluso quedarse en tierra de nadie.
Un año exigente
El reto es tan complejo como apasionante, pero el Castilla tiene a Raúl González. Un entrenador que no deja de crecer. Una leyenda del club y del fútbol patrio que ha mejorado mucho desde que comenzó su andadura en el primer filial del Real Madrid en el verano de 2019. El técnico está demostrando que el banquillo le queda casi tan bien como una camiseta blanca con el ‘7’ a la espalda y, por el momento, los números le avalan.
Nadie duda por Valdebebas que si el coronavirus no lo hubiese parado todo el año pasado el Castilla hubiese terminado entre los cuatro primeros y, quién sabe, si logrando el ascenso a Segunda. Pero el bicho lo mandó todo al traste y Raúl no pudo terminar su primera obra como deseaba. El fútbol le correspondió dándole la oportunidad de ser el entrenador del Real Madrid en la UEFA Youth League. El club le vio como el hombre idóneo para coger a un híbrido entre el Castilla y el Juvenil A y la decisión no pudo ser mejor. Desde el primer día el objetivo era ganar y así se vio plasmado en Nyon. El equipo compitió hasta el final, mostró su mejor fútbol y terminó levantando el trofeo. El sello de Raúl.
Un Castilla de campeonato
Ahora, quiere conseguir lo mismo con su nuevo Castilla. Un conjunto que tiene la base del equipo que hizo historia en agosto ganando La Primera y que se ha reforzado con futbolista de mucha calidad como son Hugo Duro y Hugo Vallejo, entre otros. Sin olvidar los que ya estuvieron el año pasado como Diego Altube, Víctor Chust, Antonio Blanco o Pedro Ruíz. La idea es formar un grupo competitivo que pueda aspirar a estar entre los tres primeros, lo que le garantizaría jugar la Segunda División B Pro el año que viene. Sin duda, el primer objetivo.
Y todo esto bajo la batuta de un Raúl que no para de demostrar que se mueve como pez en el agua en el banquillo. Un entrenador exigente y que crea un buen ambiente que hace que sus jugadores saquen lo mejor que llevan dentro. Lo consiguió el año pasado con el Castilla, lo bordó en la Youth League y ya trabaja en Valdebebas para repetir la fórmula del éxito. Porque es cierto que la Segunda B este año es difícil, pero nosotros tenemos a Raúl González y un señor equipo.