Perder para seguir ganando
A veces se gana, a veces se pierde y casi siempre se aprende. Al Alevín A del Real Madrid le tocó caer en el V Torneo Internacional LaLiga Promises Santander 2019 celebrado en Nueva Jersey, con un espectacular Skyline de Nueva York de fondo. La cruz más dura. Esa que se sufre como pocas, ya que eres derrotado en la gran final, ante el eterno rival y por un marcador abultado. Pero mal haría alguien en quedarse con el último partido de una temporada para la historia y no con la excelencia mostrada por el primer alevín madridista durante todo el curso.
UNA TEMPORADA DE SOBRESALIENTE
Nadie puede olvidar que este equipo ha ganado su campeonato invicto. 78 puntos de 78 posibles. No han cedido ni un empate en los 26 partidos que han disputado. Luego, en la Copa de Campeones que les corona como mejor equipo de Madrid, tampoco dieron opción. Un set en blanco endosó al Leganés para dejar claro que no tenían rival. Tras reinar en la capital, llegó el turno de dar el salto a nivel nacional. Para ello, disputaron una Liga Promises edición patria en la que demostraron como debe afrontar cada partido un equipo del Real Madrid.
Desde el primer duelo de la fase de grupos sufrieron para ganar, pero demostraron que nunca se dan por vencidos. En octavos, ante el Atlético de Madrid, un gol salvador en el último segundo llevó el partido a unos penaltis que, también con suspense, terminaron ganando. Hugo Humanes se disfrazó de Sergio Ramos en la Ciudad Deportiva Pamesa del Villarreal. En cuartos y semifinales tocó remontar ante Leganés y Espanyol, mientras que en la final se venció al Barcelona con un oficio impropio de la edad.
Con el objetivo de reinar en España conseguido, los chicos de Roberto Tomás no dudaron en hacer las américas para demostrar que al otro lado del charco también eran los mejores. En la fase de grupos acabaron invictos, con cinco goles a favor y cero en contra en tres partidos. En cuartos, otra vez tirando del “hasta el final, vamos Real”, empataron al Inter de penalti en el último minuto y ganaron en la tanda fatídica a los italianos.
Luego, en semifinales, otra vez remontaron contra el Espanyol y en la final, aunque lo dieron todo, no pudieron con un Barcelona que tenía sed de venganza y, hay que reconocer la cosas, fue mejor. “Enemigo en la contienda, cuando pierde da la mano, sin envidias ni rencores, como bueno y fiel hermano”, dice el himno del Real Madrid y estos jóvenes han representado como pocos todos los valores del 13 veces campeón de Europa durante toda la temporada.
El próximo año les tocará dar el salto al Infantil B a la gran mayoría y seguirán teniendo la responsabilidad de honrar el escudo que portan con orgullo. Con Álvaro González, Carlos Díez, Hugo Humanes, Jaime Pascual, Pablo Melero o Paulo Iago, entre otros, el Real Madrid puede estar tranquilo, ya que el futuro está asegurado. Y más tras todo lo aprendido de un gran técnico como Roberto Tomás.
SIN OLVIDARNOS DEL INFANTIL B
Tampoco nos podemos olvidar del Infantil B que ganó tirando de casta la Liga Promises en el mes de diciembre ante el Inter de Milán. Otro equipo que demostró como se debe defender la camiseta que más pesa en el mundo del fútbol. Creyendo hasta el final lograron el XXIII Torneo Internacional LaLiga Promises (edición navideña en Arona) que no se conseguía por Valdebebas desde hacía demasiados años, evidenciando que la salud de La Fábrica es más que buena.
Esta brillante generación tendrá en diciembre que defender ese título de campeón, y tratar de aunar otro éxito que le pueda convertir en la mejor generación de España. Por el momento, La Fábrica ya ha demostrado la presente campaña ser la mejor cantera de España computando los tres prestigiosos torneos.