“Papá, ¿qué es un interior?”, El otro perfil de Fernando Guerrero
Fernando Delgado Guerrero (Madrid, 1 de agosto de 2001) es una de esas personas a las que las oportunidades no le llegan por casualidad. Más conocido en el mundo del fútbol, como Guerrero o ‘Guerre’, utilizando así el apellido de su madre, el centrocampista aterriza en Valdebebas tras una temporada de crecimiento neto en el Rayo Majadahonda, siendo importante en los planes de Antonio Iriondo desde el mes de diciembre.
El premio le ha llegado antes de cumplir siquiera los 18 años. Un chico que empezó a disfrutar del fútbol en el colegio Vallmont, en Villanueva del Pardillo, donde comenzó sus estudios. Tan solo por disfrutar, por pasar el rato con sus amigos, como todo hijo de vecino. Pasando por Fútbol Sala y Fútbol 7 y consiguiendo títulos y reconocimientos, empezó a ver la pelota con otros ojos; quería competir.
PASO A PASO
Así se decidió, con el apoyo de sus familiares, a hacer las pruebas en Las Rozas —equipo que acaba de subir a Segunda División B—. Siendo todavía un crío, el técnico de turno le dijo que jugara de interior. “Papá, ¿qué es un interior?”, tuvo que preguntar el bueno de Guerre a su padre, totalmente anonadado.
Quién le iba a decir que, unos años después, se convertiría en su posición predilecta, asombrando a propios y ajenos con su nivel comandando el centro del campo. ¡Hasta el punto de debutar en Segunda con 17 años!
Tras un paso efímero por el vecino, Guerrero llegó al Rayo Majadahonda. Un equipo humilde del noroeste de Madrid que se fijó en el para ficharle cuando todavía era infantil. Títulos, tanto veraniegos como regulares, fueron sus primeros logros defendiendo la franja. Su evolución fue tremenda temporada tras temporada, y cuando no había hecho nada más que poner un pie en categoría juvenil, empezó a jugar con el Juvenil A. La confianza, tanto en sí mismo como de sus entrenadores, le permitieron hacerse el dueño del centro del campo.
“Su potente físico le permite adaptarse a cualquier posición del centro del campo”
Y sí. De interior. Ese jeroglífico que su padre tuvo que ayudarle a descifrar. Jugando como único mediocentro defensivo o acompañado en un doble pivote. Aportando siempre entrega, sumando su potente físico, una de las claves de su fichaje por el Real Madrid —y todavía le quedan algunos añitos para desarrollarse—. y su claridad en salida de balón. Con una familia volcada en su felicidad. Ahí es donde empezó a triunfar.
Por otro lado, el jugador ha completado segundo de bachillerato en el colegio Logos, en una temporada difícil. Con dificultades para cuadrar horarios por su papel en el primer equipo del Rayo, aunque el centro le dio todas las facilidades. Tampoco quiso dejar de lado las Pruebas de Acceso a la Universidad logrando superar las mismas. El sueño de ser futbolista profesional y los estudios no tienen por qué estar reñidos.
UN APOYO EXTRA
Guerre ha firmado por el Real Madrid para, salvo sorpresa, jugar con el Juvenil A en División de Honor de la mano de Dani Poyatos. Categoría en la que ya tiene experiencia con el Rayo Majadahonda, donde certificó la salvación en la penúltima jornada, curiosamente, ante el equipo blanco, dejándole sin opciones de título.
A partir de ahora, le tocará defender a muerte el color merengue. Aunque es cierto que, tras la lesión de César Gelabert, muy posiblemente Guerrero empezará entrenando con el Castilla, a las órdenes de Raúl González Blanco. Si al técnico le gusta, puede que incluso tenga oportunidades con el filial, pero su punto de partida es el Juvenil A, con quién en principio disputará toda la temporada 2019/2020. O por lo menos, así está planificado en este momento.
Y en esta nueva etapa de su vida tendrá muchos apoyos, pero uno por encima del resto. El de su mejor amigo, tristemente fallecido apenas una semana antes de su debut en Segunda División. Un debut contra todo un Deportivo de La Coruña. Jugando los 90 minutos y demostrando un altísimo nivel para su corta edad. Y, seguramente, fue gracias a él. Todo lo que consiga en la casa blanca, tendrá su aportación del edén y él sabrá cómo utilizar su fuerza extra para triunfar.
Agradecimiento especial a Miguel Ángel Acero por ceder las fotografías que ilustran este perfil.