Meta conseguida, nuevo punto de partida

 en Destacado, Juvenil A, Cajón de Sastre, Opinión de cantera

En esta casa, el Real Madrid, cada meta es un nuevo punto de partida”, decía Manuel Cerezo, miembro de la Junta Directiva del club blanco, durante la presentación del desaparecido Real Madrid C en el verano de 2013. Una frase que ejemplifica a la perfección lo que consiguió el Juvenil A, actual segundo filial de La Fábrica, en el mítico campo madrileño Vereda de Ganapanes, un escenario con solera donde juega como local uno de los históricos del fútbol capitalino como es el Unión Adarve.

 

Cuando sólo vale ganar

El primer juvenil blanco se desplazó al Barrio del Pilar siendo plenamente consciente de que necesitaba tres puntos para conseguir esa meta que diese pie a un nuevo punto de partida. Una meta que pasaba por ganar para asegurar la primera plaza del Subgrupo A del Grupo 5 de División de Honor Juvenil. Esta temporada rara, donde el coronavirus lo está marcando todo, ha provocado un auténtico laberinto complicado de entender en las categorías del fútbol español. No obstante, lo que estaba claro es que el Real Madrid tenía que sumar de tres en tres para ser primero.

Una primera meta que le da cierta ventaja de cara al futuro, ya que ahora jugarán contra los cinco mejores clasificados del Subgrupo B del Grupo 5 en otra liga a una sola vuelta donde se arrastran los puntos, por lo que los tres conseguidos para certificar la primera plaza son tan importantes como los que se pondrán lograr la próxima jornada en juego frente al Extremadura UD.

Pero volviendo a lo que ha conseguido este equipo, sólo se puede decir que esta generación está brillando con luz propia y permite a los amantes de la cantera madridista, la mejor del planeta, ilusionarse con un grupo de jugadores a los que el próximo año veremos, si el maldito bicho nos deja, jugar en el Estadio Alfredo Di Stéfano defendiendo la camiseta del Castilla.

Un equipo cimentado desde atrás, donde hay dos porteros que darán mucho que hablar como son Mario de Luis y Lucas Cañizares. Una defensa con futbolistas que ya se han entrenado a las órdenes de Zinedine Zidane como Lorenzo Aguado ‘Loren’, Rafa Marín o Álvaro Carrillo, entre otros. En el centro del campo hombres como Peter Federico, al que Raúl González utiliza habitualmente con el Castilla, Theo Zidane, Óscar Aranda o Bruno Iglesias son los encargados de que los blancos funcionen como una máquina perfecta. Arriba David González, Israel Salazar ‘Sala’ y hasta Carles Llario, que ha vuelto con la puntería afinada, son capaces de batir a cualquier rival. Y todo esto sin olvidarnos de Jorge Romero, un entrenador joven y atrevido que apuesta por el fútbol ofensivo. Es habitual verle mover a los jugadores de su posición, cambiar el esquema en diferentes ocasiones durante los partidos y, sobre todo, apostar siempre por un juego alegre que hace honor a La Fábrica.

 

Lo que el bicho les quitó

El siguiente reto de una generación que está pagando especialmente el coronavirus es clasificarse para la Copa de Campeones, donde serán uno de los grandes favoritos para proclamarse campeón de España. Para ello deberá ganar la siguiente liga o ser el mejor segundo a nivel nacional. Los blancos parten con ventaja tras su gran trabajo en el primer tramo de la temporada. Por el camino, l COVID-19 les ha dejado sin UEFA Youth League, competición que siempre hace ilusión a estos jugadores, y, posiblemente, sin Copa del Rey. No podrán disfrutar de dos torneos donde crecen notablemente, pero se sobreponen a todo para seguir demostrando al Club que aquí hay un equipo con materia prima para conseguir grandes cosas.

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