La victoria frente al conformismo
El Infantil B del Real Madrid se proclamó el pasado 29 de diciembre campeón del XXIV Torneo Internacional LaLiga Promises por segundo año consecutivo. El conjunto de Juan Carlos Duque superó en la final a un Sevilla FC que puso las cosas muy difíciles culminando así la victoria de La Fábrica frente al conformismo, el éxito del trabajo bien hecho. Porque si bien los chicos fueron los principales protagonistas del torneo, con la guinda de las designaciones como mejores futbolistas, el éxito se gestó mucho antes, a través de la Dirección Deportiva.
A quién le gusta leer mucho por internet la opinión de todos los seguidores de cantera, ya sea en redes sociales o foros, verá que los seguidores del Real Madrid son tan exigentes con los equipos de categorías bajas como con la primera plantilla. Y a veces, esas críticas van dirigidas a una falsa apariencia de improvisación. “No hay plan” he leído en muchas ocasiones, y a mi juicio, esta victoria nos muestra que siempre hay plan aunque muchas veces no sepamos verlo. De hecho la cantera vivió un gran año pasado finalizando con nueve campeones las ligas domésticas.
UN PLAN QUE YA DA SUS FRUTOS
El año pasado, esta Generación de 2007 fue el único equipo de La Fábrica que ganó todos los partidos oficiales que disputó, además de proclamarse campeona de LaLiga Promises Nacional (Villarreal) y sub-campeón en la Internacional (Nueva York) de categoría alevín. A pesar de ello, y con la mirada puesta en este complicado año (Infantil B, el más difícil de La Fábrica) y en este escaparate a nivel mundial que supone LaLiga Promises, el equipo blanco fue el equipo que más refuerzos tuvo este verano. Lo fácil hubiese sido conformarse, pero la Dirección Deportiva vio más allá y hoy recoge los frutos de su trabajo, y los que quedan todavía por recogerse. Siempre hay plan, otra cosa es que no siempre sepamos verlo.