La victoria del gol

 en Real Madrid Castilla, Cajón de Sastre, Opinión de cantera

En el fútbol, como en muchas ocasiones en la vida, existen las segundas oportunidades. El caer para volverse a levantar. El tocar fondo, entrar en un túnel oscuro en el que no se ve la salida, para renacer y ser el que eras antes. Antes de que todo se rompiese. En el Castilla este fin de semana se han vivido grandes emociones gracias a los goles de Fran García y Franchu. Dos jugadores ADN Real Madrid que lo han pasado muy mal en los últimos tiempos y que por fin están volviendo a sonreír cuando saltan a un campo de fútbol.

La emoción del gol

Los chicos de Raúl jugaban una final ante el Getafe B en el estadio Alfredo di Stéfano. Perder significaba complicarse la vida en exceso, cosa que nadie quería por Valdebebeas. El Castilla es una plantilla extremadamente joven que cada partido en Segunda B realiza un máster que a veces aprueba y otras suspende, pero que siempre pelea. Los blancos ganaron con claridad al filial azulón para coger aire y mirar con cierta distancia la zona más caliente de la clasificación, pero sobre todo se llevaron la alegría de ver a dos compañeros que han sufrido mucho, demasiado, volver a ser felices.

La sonrisa contagiosa de un Fran García que es puro Real Madrid por su saber estar, su educación, su calidad y sus valores al hacer su primer gol como jugador del Castilla y las lágrimas de un Franchu que son la liberación, la emoción del que sabe que se lesionó en el peor momento, pero que ha peleado para volver a ser el que era al cerrar el marcador con un auténtico golazo que demuestra toda la calidad que el argentino atesora en sus botas, son mucho más importantes para un vestuario tremendamente unido que capitanea con gran acierto Raúl González, que el propio resultado. El filial ganó el partido y dos de sus pilares la batalla de las lesiones. Esa que temen y contra la que se tienen que enfrentar casi todos los futbolistas a lo largo de sus carreras.

Tras el encuentro, Franchu, que emocionó a todos cuando se echó las manos a su cara para secarse unas lágrimas de liberación mientras todos los compañeros celebraban el gol a su lado, escribía en las redes sociales lo siguiente: “Muchos meses de trabajo y sufrimiento, que hoy me dieron su recompensa. Gran victoria del equipo que nos ayudará para seguir creciendo. Orgulloso de pertenecer a este grupo”.

La rodilla y el hombro

Esas lágrimas de Franchu son de liberación. Del que sabe que ha peleado y ha ganado. El de Mar del Plata, canchero como pocos, se rompió el cruzado a principios del pasado mes de diciembre de 2018 cuando era el alma del Castilla. Hasta septiembre no reapareció, ya con Raúl en el como técnico, y ahora vuelve a ser feliz con el propósito de recuperar su mejor nivel.

Por otro lado, a Fran García su hombro le ha traído por el camino de la amargura. Lesiones y más lesiones que le han hecho pasar por el quirófano y perderse grandes momentos a lo largo de su corta carrera, pero sus ganas de triunfar y su mentalidad positiva se sobrepusieron a todo para volver a correr la banda izquierda y seguir siendo una de las mayores promesas de La Fábrica.

Dos sufridores, dos guerreros que saben lo que es pasarlo mal desde muy pronto, pero que sus ganas de triunfar se han sobrepuesto a todo. Ese hasta el final que representa a la perfección al Real Madrid lo han llevado a la máxima expresión estos canteranos que seguirán regalando alegrías vestidos de blanco.

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