La fórmula de Raúl González
“Vamos encontrando la fórmula. Cuando se dice esto y los resultados no acompañan no es creíble, pero yo tengo la sensación de que estamos por el buen camino y de que muchos jugadores están dando una versión mejorada. El equipo todavía tiene que crecer”. Estas palabras fueron pronunciadas por Raúl González tras el empate que el Castilla firmó ante el Internacional de Madrid. En un partido en el que el filial madridista remontó y dio la cara, pero el desatino arbitral, otra vez, les dejó con 10 tras la expulsión de Adrián de la Fuente ‘Dela’, y el rival madrileño terminó igualando una contienda que deja por el Di Stéfano un muy mal sabor de boca. Posiblemente, esas malas sensaciones sean las que no permitan ver la mejoría de un equipo que va a más, aunque le está costando mucho.
Calma para la crisis
La situación no es la mejor. No nos podemos engañar. Cuando la primera vuelta está a punto de terminar el Castilla está empatado a 19 puntos con el Melilla, equipo que jugaría en estos momentos la eliminatoria por evitar el descenso, y dos puntos por encima del Sporting de Gijón B, que si acabase hoy la competición bajaría a Tercera. Curiosamente, el filial asturiano es el único que puede decir que sacó los colores a un Castilla que ha competido todos y cada uno de los partidos que ha disputado, salvo el de Mareo.
Pero si dejamos de mirar los puntos, siempre complicado, y nos quedamos con las sensaciones que transmite un equipo tremendamente joven que está viviendo un auténtico máster de fútbol y de vida esta temporada, se puede decir que hay brotes verdes. Pocos, pero los hay. Muchos jugadores han mejorado notablemente sus prestaciones, el equipo es más equipo y sólo los detalles están privando a los blancos de navegar con mucha más tranquilidad por el Grupo I de la Segunda División B. Raúl habla de una fórmula, de encontrar un camino, y tiene razón. Aunque ahora sea complicado dársela.
Trabajo y confianza
Raúl González, que para ser tan novel en esto de entrenar como sus futbolistas en lo de jugar al máximo nivel está mostrando un tono tranquilo, sosegado y siempre amable con la prensa, está convencido de que llevará la nave del filial a buen puerto. El técnico nunca rehuye ninguna pregunta. Siempre da la cara. Algo que, en los tiempos que corren, donde dar la callada por respuesta es el recurso más sencillo, es de agradecer. El eterno ‘7’ madridista tiene un plan que quiere llevar a cabo, respaldado por la confianza del club y la admiración de sus aficionados. Esa que consiguió cuando era jugador y dio hasta la última gota de sudor por defender la camiseta del Real Madrid.
Con todo esto, sólo queda tener paciencia, esperar y no presionar a un equipo que mejorará, ya lo está haciendo, con el devenir de los partidos. El Castilla sabe a lo que juega, Raúl sabe lo que quiere y sus jugadores tienen la calidad necesaria para sacar esta situación complicada adelante. Mantener la calma y trabajar es la medicina de filial que con una pizca de fortuna vivirá mucho más tranquilo.