Juancar Rodríguez: “Rechacé dos veces al Real Madrid hasta que me vi preparado para dar el salto” (Parte 2)

 en Real Madrid Castilla, Cajón de Sastre, Objetivo: ADN BLANCO

Juan Carlos Rodríguez Bóveda (Madrid, 25 de abril de 1990) pasó la etapa más importante de su formación en el Real Madrid, alcanzando hasta el Real Madrid C antes de empezar su viaje por la Tercera División. A sus 30 años, recuerda con ilusión para Objetivo: ADN Blanco las temporadas que pasó en La Fábrica y cuenta alguna anécdota que no tiene desperdicio.

 

Para leer la primera parte de la entrevista, haga clic aquí.

 

Pregunta: Creciste en el Real Madrid hasta llegar al ya extinto Real Madrid C. Tantos años después, ¿qué es lo que más recuerdas cuando piensas en ello?

Respuesta: Pues se me quedó marcado sobre todo el conocer mundo y el crecer como persona y como profesional del fútbol en este sentido. Yo le guardo un gran recuerdo y también creo que es un equipo que te exige el máximo nivel, y lo máximo que puedes dar sale en un club así, como el Real Madrid, que es el más importante. Creo que te queda un buen recuerdo, pero a día de hoy lo habría disfrutado de otra manera.

P: ¿Cómo se llevó a cabo tu fichaje por un club como el Real Madrid?

R: Yo estuve seis meses en el Alevín del Rayo Vallecano. Paso de Fútbol 7 a Fútbol 11 en menos de seis meses, me dan la oportunidad de firmar con el Rayo y al año siguiente no me renuevan. Me llevé un chasco, como un niño, con 10 años. Firmo en Móstoles, de donde yo soy, y el primer año hago una gran temporada. Se fijó en mí el Madrid, pero lo rechazo, porque pensé que era el momento de disfrutar después de un año complicado. El segundo año hago también un gran año, me hacen capitán del Móstoles y estamos en la máxima categoría autonómica en aquellos tiempos. Y vuelvo a rechazarles. Y, al tercer año, ya me veo preparado, y me dicen al club que hay dos equipos interesados; el Real Madrid y el Atlético de Madrid.

Yo tenía que tomar una decisión y es verdad que el Atleti estaba muy interesado, mi familia es casi toda del Atleti. Pero bueno, se presentó Paco de Gracia en Móstoles, y me dice que en una semana me voy a Portugal con el Madrid y que firmo por cuatro temporadas con ellos. Que me harían fotos en el Bernabéu… y al final, bueno, pues el Atleti no me puede pagar nada hasta que pase a juvenil y el Madrid sí que me ofrece una ayuda y me facilita el transporte y es cuando tomé la decisión de ir al Real Madrid.

P: ¿Cuál fue tu primera impresión, la impresión de un niño, al entrar a la Ciudad Deportiva?

R: Al principio te choca todo, porque es todo diferente. Llegar al Bernabéu, llegar a las oficinas, firmar… luego estuve dos semanas entrenando en Alcobendas porque la Ciudad Deportiva se estaba terminando y después ya fui a Valdebebas. Todo es nuevo, todo choca, los compañeros tienen un nivel mucho más alto. Allí te facilitan todo, te tratan como un profesional con catorce años. Al principio cuesta acomodarse y adaptarse, es complicado, porque, aunque creas que estás jugando igual al fútbol, tú sabes que todo es diferente, que es un paso muy importante.

Juancar Rodriguez Boveda foto oficial RM

P: En una cantera como la del Real Madrid es fundamental tener a los mejores entrenadores del mundo. ¿Qué tal fue tu relación con ellos? ¿A quién guardas un especial cariño?

R: El primer año recuerdo que tuve un entrenador bastante exigente, Justo. Por casualidad estaba jugando todo y me lesioné del escafoides, estuve un mes y medio fuera. En ese momento se te pasan los fantasmas por la cabeza, de que como has estado lesionado no te van a renovar, te van a ceder… y bueno, al final el entrenador me dio confianza, seguí jugando, y pasé a la etapa de juvenil, que yo creo que es una etapa bastante más seria. Te formas ya como hombre con esos 15-18 años. Tuve dos años a Julián Calero, actualmente entrenador del Burgos y que estuvo con Fernando Hierro en la selección española, y a Juan Vicente Peinado.

A ellos dos les guardo un gran cariño, porque desde que era pequeño, yo veía al Móstoles y Juanvi era portero del equipo, y ya le conocía, y me dio muchísima confianza en el Juvenil Nacional. Jugué todo con él. Creo que es un entrenador de los que encaja con mi personalidad; tranquilo, te transmite. Y los dos años de Juvenil C y Juvenil A, con Julián Calero, aprendí muchísimo. Vi como un entrenador puede sacarte cosas que tienes dentro y que tú no lo sabes, y crecí mucho como jugador, tanto mentalmente como físicamente. Son dos personas de las que guardo muchísimo recuerdo y que me ayudaron mucho en mi etapa en el Madrid.

P: ¿Con qué jugador compartiste equipo y, ya desde edades tempranas, se veía que iba a despuntar?

R: El jugador que más me sorprendió y con el que compartí mucho tiempo en el vestuario es Nacho Fernández, del primer equipo. Se le veía. En los entrenamientos, en cada partido, se le veía un punto por encima de los demás. Un defensa que, si te ibas de él, al segundo estaba otra vez ahí. Manejaba las dos piernas, iba bien por arriba, tenía buen desplazamiento y buena salida de balón. Se veía que tenía una regularidad que es lo que te hace también llegar al primer equipo.

Luego he tenido otros compañeros como Denis Cheryshev, ahora en el Valencia, Marcos Alonso, Pablo Sarabia que estuvo conmigo dos años aunque era más pequeño, como Lucas Vázquez o Carvajal, el hermano de Nacho, Álex Fernández, en el Cádiz… pero sobre todo Nacho despuntaba.

P: ¿Seguís manteniendo un grupo de amigos de tu etapa en el club?

R: Sí, de hecho tenemos un grupo en el que normalmente en enero hacemos una comida, aunque este año no ha sido posible.

“Nos seguimos juntando porque compartimos mucho tiempo en el vestuario. No nos cambia la idea de que uno esté en Primera, otro en Preferente y otro se dedique a trabajar en la obra”

P: Y en ese tipo de reuniones, ¿de qué se habla? De la cantera, del primer equipo, de la actualidad…

R: Se suele hablar un poco de todo. De los tiempos cuando éramos más críos y de la actualidad también. Hay anécdotas que nos pasa a cada uno en su equipo, nuestras vidas personales… normalmente se suele hablar de forma natural, porque somos chavales que hemos compartido muchísimo tiempo en el vestuario y nos conocemos. No nos cambia la idea de que uno esté en Primera División, otro en Preferente, u otro se dedique a trabajar en la obra. Al final seguimos siendo los mismos cuando nos reunimos.

P: Ha cambiado mucho La Fábrica desde tu etapa allí a la actualidad. ¿Crees que ha mejorado en líneas generales?

R: Yo creo que desde fuera y con lo que sé desde dentro, sé que a lo mejor ahora la oportunidad a los jóvenes se le está dando más fácilmente. Es una puerta que es más fácil de derribar, aunque cuesta. Se está sacando más provecho de la cantera, haciendo debutar más jóvenes. Por la situación económica del país también, el Madrid tiene por sistema apostar también por la cantera, incluso siendo más jóvenes. De hecho, creo que ahora mismo el Madrid es el equipo que más jóvenes tiene repartidos por el mundo. Creo que al final las cosas se van adaptando a la situación y que ahora la puerta del Castilla o primer equipo es más fácil de derribar, o incluso salir cedido para ganarte la vida con el fútbol.

P: ¿Recuerdas algún momento o algún gol con especial cariño?

R: Sí, sin duda. Un gol que le marqué al Atlético de Madrid en Liga, el primer año que llegué. A Joel Robles, que ahora está en el Betis. Fue en Majadahonda, el 1-2, de volea, ante un portero que era casi imbatible. Recuerdo mucho ese día. Y también un torneo que estuvimos en Cerdeña, que ganamos. Metí un gol también desde fuera del área, un centro que me ponen desde banda derecha y lo enganché sin que bote el balón. Y bueno, era una de las cosas que yo tenía, la llegada, siempre.

P: ¿Y alguna anécdota?

R: Sí, de hecho, te voy a contar una, aunque ocurrió ya cuando salgo del Real Madrid. Julián Calero firma en Parla. Yo estaba sin equipo, porque había salido del Arganda, en un año bastante complicado, saliendo de la cantera blanca y encontrándote con una realidad totalmente distinta. Y en septiembre me llama Julián Calero, que firmaba en Parla tras 10 jornadas e iba último con 6 puntos. Él me llama, me dice “Oye Juancar, necesito gente de mi confianza para sacar esto adelante, y he confiado en ti y en tres o cuatro jugadores más”.  Y lógicamente yo acepto, y me dijo “pero no te asustes que vamos últimos”. Yo le dije que a muerte, sin problema. Y claro, en el equipo cuando tocaba jugar contra el Real Madrid C, estaba esperando esa fecha en el calendario. Esa semana yo estaba prácticamente sin dormir, estaba deseando que llegara ese día para jugar.

Teníamos que estar a las 10:30h para jugar, porque el partido empezaba a las 12h. Y Calero con eso siempre decía que daba 5 minutos de cortesía, y el jugador que llegase tarde si era titular pasaba al banquillo. Yo ese día, en Móstoles, me bajé a las 9 de la mañana porque iba a venir mi padre y toda mi familia a verme y no me arrancaba el coche. Así que al final salí de Móstoles a las diez de la mañana, y desde entonces se tardaba 40 minutos. Y cuando llegué al semáforo que había en Valdebebas llamé a Calero, eran y 25 y le dije que no llegaba porque había caravana, claro. Y él me dijo: “Bueno Juancar, solo te puedo decir que este partido creo que lo estabas esperando, y solo te puedo decir que te doy 5 minutos de cortesía, hasta y 35”. Y recuerdo que me metí entre la caravana y el quitamiedos, llegué a Valdebebas, dejé las puertas del coche y el maletero abiertos y llegué al final de Valdebebas, porque es muy grande, corriendo hasta arriba y llegué justo con los compañeros entrando al vestuario. Y acabé jugando, ganamos 2-3 y marqué de volea el tercer gol, en el 86. Al final, la ilusión te hace que ocurran este tipo de cosas. A cualquier otro le habría salido un partido complicado, pero al final las ganas de demostrar, de decir aquí estoy, y con las ganas de Julián Calero también de hacerlo bien, tras haber estado allí, después de todo… y acabé marcando un golazo a Pacheco, actualmente en el Alavés.

P: ¿Te ves volviendo, de una manera u otra, a formar parte del Real Madrid?

R: Ahora mismo lo que me gustaría es disfrutar y aprender. Y luego, si tomara una decisión de entrenador, preparador físico o cualquier camino que escogiese, lo primero que me gustaría es prepararme. Y si luego llegase el Madrid, por supuesto que no diría que no, para nada. Sería muy afortunado de volver allí conociendo ya la Ciudad Deportiva, el método y todo. Pero no me pongo esa meta ahora mismo.

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