El Castilla de Raúl sabe sufrir
Formar. No hay otra palabra que encaje mejor con el Castilla en los últimos años. Formar en la victoria. Formar en la derrota. Formar en el ataque, en el medio y la defensa. En definitiva, formar para que un grupo de jugadores extremadamente jóvenes que compiten de tú a tú contra futbolistas curtidos y que se juegan mucho más que tres puntos en cada partido crezcan y puedan vivir del fútbol. Unos, los pocos, en el Real Madrid. Otros, la gran mayoría, en plantillas de equipos de Primera, Segunda y el extranjero. Las dos opciones son igual de válidas y meritorias, ya que al final el último objetivo de todos los canteranos es llegar algún día a vivir de su pasión. Si esto lo pueden hacer vestidos de blanco y en el Santiago Bernabéu, mejor que mejor.
Trabajar desde atrás
El Castilla, cuando es inexperto y da el salto de juveniles al fútbol profesional, como éste que está dirigiendo Raúl, suele ser tan bueno en la portería contraria como peligroso cuando tiene que defender. Jugadores jóvenes, que están acostumbrados a atacar, lo pasan mal cuando tienen que endurecer el plano defensivo. De hecho, esta es una de las grandes mejoras que se suelen ver en los filiares año tras año cuando van pasando los partidos. Pero este equipo es diferente.
Raúl está formando un Castilla duro y competitivo esta temporada. Muchos de sus jugadores tan sólo suman siete partidos en Segunda B, pero da igual. Ya saben de que va la película. Hay que ser duros, hay que encajar poco y hay que ser efectivos. Los dos primeros conceptos hasta el momento lo tienen asimilados, tal y como dicen los números.
Los blancos tan sólo han encajado seis goles, un dato sólo mejorado por Atlético Baleares e Ibiza, primer y segundo clasificado, y sólo han perdido un partido ante el Peña Deportiva, tercero en estos momentos, y a domicilio. En el resto de los partidos el Castilla ha competido obteniendo en la gran mayoría premio. Se vio en la última jornada ante el San Sebastián de los Reyes, cuando los blancos fueron capaces de rescatar un punto en un feudo siempre complicado en el último minuto gracias a un gol de un juvenil. Otro de los grandes fuertes de este Castilla. Todos, jóvenes incluidos, suman. Deben mejorar delante del meta rival, pero ésto irá llegando porque la calidad la tienen.
Saben lo que hacen
El filial es consciente de que si quiere quedar arriba deberá empezar a sumar más de tres en tres que de uno en uno, pero en este arranque de temporada el trabajo de Raúl es mucho más profundo. El entrenador está trabajando en formar y aclimatar a jugadores para una de las categorías más complicadas de nuestro fútbol. Muchos no dudamos que con el paso de los meses el Castilla que vemos ahora poco tendrá que ver con el que tendremos, y seguro que esa versión será muy mejorada. Pero el aprendizaje adquirido hasta la fecha no se lo quita nadie a unos jugadores sobrados de calidad que tienen un objetivo principal por encima de todos: ser jugadores de fútbol.
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