El Castilla arranca una semana decisiva con licencia para soñar
No fue un buen domingo para un madridista de bien. De hecho, fue un muy mal domingo. Perdió el equipo de baloncesto, fue humillado el de fútbol en el Clásico ante el Barcelona y hasta don Rafael Nadal Parera, que aunque no juega con la camiseta del Real Madrid, su corazón es blanco, también cayó derrotado en la final de Indian Wells. El aficionado se fue, vamos a hablar mal, jodido a la cama y el comienzo de la semana no será sencillo. Pero entre tanta amargura hay un motivo para sonreír: el Castilla. El equipo de Raúl ganó al Sabadell a domicilio, esto no pasa muy a menudo, para poner tierra de por medio con el descenso y, quién sabe, si subirse al último tren que le puede llevar a luchar por pelear entre los cinco primeros para jugar la fase de ascenso.
Una victoria de oficio
Lo necesitaba el Castilla como el comer este triunfo. De coquetear con las posiciones de descenso y no competir como se esperaba al Albacete a ganar jugando muy bien al fútbol al Atlético Sanluqueño en una final por no meterse en un lío y salir victoriosos de Sabadell. Todo un subidón de moral a un equipo que debe aspirar a algo más que simplemente aguantar la categoría. La calidad la tienen y el oficio también, por lo que sólo necesitan ser más maduros para dejar de juguetear peligrosamente con las posiciones de abajo y mirar con firmeza hacia arriba.
El futuro sonríe al Castilla, que tiene por delante tres partidos que se jugarán en el Estadio Alfredo di Stéfano. En casa los chicos de Raúl González se sienten mejor y suelen desplegar su mejor fútbol. Esta temporada sólo Castellón y Albacete fueron capaces de llevarse los tres puntos de Valdebebas, donde en siete días acudirán Linense, UCAM y Sevilla Atlético.
Si el filial es capaz de conseguir los nueve puntos que estarán en juego se acercará, si no se mete directamente, a una de las cinco posiciones deseadas y afrontará las ocho últimas jornadas de curso con el aliciente de poder pelear por el ascenso. Nadie les obliga a conseguirlo, pero jugar unos playoffs que se celebrarán en Galicia sería un máster para un grupo de jugadores que sigue creciendo.
El deseo de Raúl
Raúl González, ambicioso como pocos, siempre ha tenido claro que su equipo tenía que pelear por lo máximo. El entrenador del filial quiere que los blancos acaben la temporada luchando por jugar la fase de ascenso. Nadie oculta que la Primera RFEF es una categoría tremendamente compleja donde hay equipo de un grandísimo nivel, pero los blancos son capaces de mirar a la cara a todos sus contrincantes. El técnico pidió al club en invierno que no hubiese salidas para intentar ascender, la entidad madridista se lo respetó y ahora le toca junto a sus chicos demostrarlo sobre el césped.
Posiblemente, estemos viendo los últimos coletazos en la cantera de una generación Youth League que empieza a volar. Pocos de los que fueron campeones en agosto de 2020 en Nyon continuarán la próxima temporada en el Castilla, por lo que tras quedarse muy cerca del ascenso la temporada pasada, Raúl y una camada de jugadores que es historia de La Fábrica tiene la oportunidad de pelear por todo. Por delante tienen los meses más bonitos de la temporada y quieren disfrutar.