¿Debe obligar LaLiga a la disputa de una competición de filiales hasta diciembre?
Todavía no se sabe que va a suceder el próximo lunes en la reunión de la Real Federación Española de Fútbol. Sin embargo, todos los medios apuntan ya a que en el mejor de los supuestos, no habrá fútbol no profesional hasta diciembre. Pudiendo torcerse la cosa hasta enero o incluso marzo. Todo ello ha supuesto un fin de semana de continuas protestas públicas por parte de jugadores que ven peligrar sus ingresos mensuales y de clubes que temen por su continuidad. Al margen de las enormes críticas que siguen existiendo frente a la distinción entre categoría profesional y no profesional. Y que terminológicamente, cada día resulta menos acertada.
Según las informaciones que se manejan, solamente los equipos de LaLiga podrían continuar compitiendo por el momento siguiendo estrictos y costosos protocolos sanitarios. Un escenario que sería, sin ninguna duda, desolador para el panorama del fútbol. Además, el mismo genera una importante duda: ¿qué sucedería con los filiales?
DOBLE NATURALEZA DE LA CANTERA
Según el Reglamento de la Real Federación Española de Fútbol, en su artículo 108, los clubes de Primera División, Segunda División y Segunda División B están obligados a disponer de una estructura de cantera que compita paralelamente a su primer equipo. El precepto admite la excepción de que una disposición legal lo limite. O incluso podría modificarse si resultase necesario.
Pero la naturaleza de dicha norma es doble. Además de fomentar la formación de nuevas generaciones, también facilita un sistema a los clubes con el que poder alinear a jugadores no inscritos con la primera plantilla. No hay que olvidar que el artículo 121 del Reglamento RFEF en relación con el artículo V.5. del Reglamento de LaLiga limita hasta un máximo de veinticinco fichas profesionales las que puede contar cada equipo. El resto de jugadores a alinear deben pertenecer al filial. Algo similar a las exigencias que impone la UEFA Champions League de permitir una Lista B en el artículo 44 de su reglamentación.
SITUACIONES EXCEPCIONALES
Y aquí es donde surge una posible duda. En una época en que se van a instaurar mínimo cinco cambios hasta 2021 según FIFA, y que la disponibilidad de la plantilla va a estar más en duda que nunca. Pues una pequeña sintomatología, que además es compartida con múltiples enfermedades, ya obligaría a separar a un jugador del grupo de trabajo. O el alto porcentaje de lesiones que sucederán por la dificultad de disputar amistosos durante la pretemporada. ¿Cómo se resolverá una hipotética situación de necesidad de alinear a un jugador que no pertenezca a la primera plantilla? El ejemplo más claro fue el del CF Fuenlabrada que solamente pudo terminar la temporada con siete jugadores con ficha profesional.
De manera subjetiva, solamente se me ocurren dos maneras. La primera, que se elimine la restricción de los veinticinco jugadores profesionales. Debiendo RFEF y LaLiga determinar el número adecuado de fichas. O segundo: que LaLiga establezca una pequeña competición paralela entre los filiales de Primera y Segunda División hasta que se reanuden las competiciones. A los efectos de que dispongan de plantillas formadas, que compitan, y que válidamente estén inscritas. Pudiendo los primeros equipos contar con jugadores de las mismas de ser necesario.
No hay que olvidar que económicamente todo los clubes de LaLiga deberían poder permitirse los gastos asociados al cumplimiento de los protocolos sanitarios adoptados por LaLiga. Y que una de las soluciones que se proponen para el próximo curso, es disputar las temporadas a una única vuelta. Por lo que esta competición paralela no condicionaría nada las fechas previstas.
Yo creo que no,que empieze la nueva campaña. 🙂