Arona, Castellón y ahora ¿Nueva York?
La Fábrica sigue trabajando a toda maquina para seguir dando jugadores llenos de calidad que puedan nutrir al primer equipo del Real Madrid y a los muchos clubes que se aprovechan de la factoría de Valdebebas. El último ejemplo del buen momento que vive la cantera madridista se vio en la última edición de LaLiga Promises que el Alevín A de Roberto Tomás ganó tras vencer al Barcelona en la final.
A por el triplete
El título, que no lo conseguía el Real Madrid desde el año 2000, ha ejemplificado a la perfección el buen trabajo que se está desarrollando en los últimos tiempos en los campos de entrenamiento de Valdebebas. Un equipo muy joven que se está iniciando en el mundo del fútbol ha demostrado en esta edición una madurez impropia de la edad y una fe que hila perfectamente con los valores del Real Madrid.
Tres remontadas, una de ellas heroica ante el Atlético de Madrid para pasar a cuartos, y una final en la que supieron sufrir ante un dignísimo rival como fue el Barça ha permitido a esta generación de jóvenes jugadores llevar al Real Madrid a lo más alto, convirtiéndose en el mejor equipo de España en categoría alevín.
Esta conquista se une a la conseguida el pasado mes de diciembre por el Infantil B en Arona. Los blancos se hacían con el Torneo Internacional frente al Inter de Milán y ponían fin a una sequía de 16 años. Ahora, el Real Madrid tratará de conseguir la guinda ganando el triplete en Nueva York. Entre el 28 y el 30 de junio LaLiga Promises Alevín vivirá su edición internacional en Estados Unidos y los blancos van a por todas. Encuadrados en el grupo C junto a Betis, Liverpool y América, los jóvenes madridistas quieren volver a ser campeones.
ADN Real Madrid
El Real Madrid ha ganado LaLiga Promises mostrando el ADN tan particular que tiene el 13 veces campeón de Europa en todas sus categorías. Saber sufrir y resistir, para poder ganar. El “¡hasta el final, vamos Real!” llevado al extremo en cada eliminatoria. El Alevín A logró empatar el derbi ante el Atlético gracias a un golazo desde su casa de Hugo Humanes. Después, en los penaltis, estuvieron a un gol de hincar la rodilla, pero en ese momento emergió la figura de Álvaro González para sostener al equipo y terminar consiguiendo el pase a la siguiente ronda.
En cuartos: el Leganés, rival en la Copa de Campeones de Madrid, puso las cosas muy difíciles. Los pepineros se adelantaron y no fue hasta los minutos finales cuando el Real Madrid fue capaz de dar la vuelta al marcador. Otro ejercicio de sufrimiento perfectamente llevado a cabo. En semifinales, como no podía ser de otra manera, el Espanyol también se adelantó y los madridistas dieron la vuelta al encuentro en el segundo acto con dos golazos. Y en la final el Barcelona no marcó, pero sí hizo que el Alevín A se empleara a fondo en defensa para conseguir la victoria final demostrando que cuando el escudo del Real Madrid se lleva en el pecho no existen los imposibles.