Álvaro Bernabéu: “No haber podido jugar en el Real Madrid C, que desapareció, es una espina que jamás me quitaré” (Parte 2)

 en Destacado, Juvenil A, Cajón de Sastre, Objetivo: ADN BLANCO

Álvaro Bernabéu Abadía (Elche, 27 de noviembre de 1996) pasó en La Fábrica cinco años, probablemente los más importantes de su carrera profesional. Pese a estar retirado del fútbol profesional a sus 24 años y dedicarse al periodismo en el proyecto de Golsmedia, hoy pasa por la sección Objetivo: ADN Blanco para revivir su fichaje y sus vivencias, y nos cuenta alguna anécdota sobre su etapa en el club más grande del mundo.

 

Para leer la primera parte de la entrevista, haga clic aquí

Pregunta: Muchas veces los fans del fútbol no saben cómo se gesta el fichaje de un jugador joven por un club como el Real Madrid. ¿Cómo se produjo tu fichaje?

Respuesta: Yo estaba jugando en las categorías inferiores del Elche CF. Llegué a la cantera ilicitana cuando tenía apenas 10 años, en la categoría de Alevín A. Y en el último año de esta categoría, tuve la gran suerte de ir convocado con la selección valenciana, a jugar un torneo nacional entre regiones. En él me empezaron a conocer un poco todos los ojeadores, comienzan los primeros contactos con tus padres… y en esa estancia, en esa etapa en la que estuve en el Elche, a mis padres les contactaron algunos ojeadores del Villarreal y del Valencia, haciendo una oferta para que fichase por ellos. El Elche, en aquellos tiempos, a nivel económico no me podía ofrecer cantidades que se manejan ahora, pero me daba la oportunidad de jugar con jugadores de superior categoría y es lo que hice, mantenerme en el Elche. Seguir trabajando y curtirme con los mayores. Continúe también con la selección, y en uno de esos torneos se puso en contacto con mis padres Paco de Gracia; era un torneo en El Retiro, en Madrid, de selecciones. En aquel momento, en 2010, que fue cuando se celebró la final de la Champions en el Bernabéu entre el Inter de Milán y el Bayern de Munich, jugamos todos un torneo de fútbol indoor allí. Y al finalizar se pusieron en contacto con mis padres y cuando surgió la posibilidad de irme al Madrid, yo encantado. Soy del Madrid, llevaba mucho tiempo esperando esa oportunidad y, sobre todo, rechazando otras ofertas, porque consideraba que, si de verdad tenía que dar el paso de salir de casa, aunque suene atrevido, fuera a un equipo grande. Y para mí el Madrid es el equipo más grande que hay.

P: Tu etapa en el Real Madrid duró 5 temporadas, viviendo tu adolescencia y prácticamente toda tu juventud en el club. ¿Qué tal fue tu evolución allí?

R: La verdad es que me adapté muy rápido. No sentí para nada esa presión que a lo mejor han sentido otros compañeros cuando han aterrizado en Valdebebas. Yo me integré muy muy rápido en el colegio, hice amigos fuera de lo que era la cantera, lo cual creo que es muy importante para mantener los pies en la tierra, para conocer a otras personas que no están metidos en la misma burbuja en la que estás tú. Y en el apartado futbolístico, llegué como mediocentro, pero sí que es cierto que, en el Cadete B, mis compañeros que jugaban en posiciones defensivas sufrieron lesiones y Pedro Sánchez, que era el entrenador, decidió retrasarme a la posición de central y aprovechar esa buena salida de balón que tenía, esa rapidez al corte. Me acomodé muy bien a ella y a partir de ahí fui creciendo, pasé al Cadete A… estuve con Tristán Celador, que me hizo crecer en esa posición, me hizo entender cosas que todavía no había visto de esa posición, por mi juventud, sobre todo. Estuve muy contento, sentía que iba mejorando y que daba todo de mí mismo, que no me dejaba nada. Y eso creo que es muy importante, sentir que no estás a medias, sino que estás entrenando por encima de tus posibilidades, sabiendo que en cualquier momento puede venir un jugador de cualquier parte del mundo a quitarte el puesto, y que estás viviendo un sueño y tienes que disfrutar cada minuto que estés allí.

Alvaro Bernabeu RM

P: Las vivencias que disfrutas en un equipo tan grande seguro que se quedan grabadas. ¿Qué anécdota, que no se sepa todavía, podrías contarles a los lectores de ADN Blanco?

R: Recuerdo que el padre de un compañero, Luismi Quezada, que actualmente está en el Cádiz, y tuvo una lesión de cruzado, iba recopilando datos de todo lo que jugábamos los jugadores del equipo. Y, ahora con el tiempo, viendo esa misma hoja de la temporada de Juvenil C, revisándola, el otro día vi que yo fui el que más minutos había jugado ese año. Y la verdad es que viendo los jugadores que había en ese equipo, de compañeros que ahora mismo se han convertido en jugadores profesionales, me enorgullece porque creo que es algo que se dio gracias al trabajo diario, en Valdebebas, como me tomaba cada partido como si fuera el último, y es muy importante que las nuevas generaciones entiendan que sin esfuerzo y sin dedicación en un equipo como el Madrid no se puede estar.

P: Ser jugador del Real Madrid, ¿es tan bonito como parece? ¿O ahora que estás fuera lo ves de manera distinta?

R: Para mí ha sido la mejor experiencia de mi vida, los mejores años de mi vida. Volvería a decir que sí y a repetir mil veces. Entiendo que también hubo otros compañeros que lo pasaron mal, echaban de menos a sus padres… y era difícil, claro. Cuando estás tan apegado a un entorno, a unos amigos, vivir una experiencia así, en la que estás siempre a prueba… un día leí un artículo de un compañero que contaba con muchísimo detalle todo lo que había vivido en el Real Madrid y parecía como si hubiera sido un calvario. Algo que para mí ha sido tan bonito, me duele ver que para algunos ha significado casi un problema; para algunos es una presión increíble jugar en el Real Madrid, pero para mí no fue así. Lo disfruté muchísimo y todo lo que puedo decir es que repetiría mil y una veces.

P: Tuviste una lesión muy grave en 2014 que te apartó mucho tiempo de los terrenos de juego. ¿Fue un punto de inflexión en tu carrera?

R: Totalmente. Yo creo que fue, en definitiva, lo que me alejó del fútbol profesional, sabiendo que tenía las condiciones y la convicción de que podía dar ese paso al frente y consolidarme en un equipo repleto de grandes jugadores, y por qué no progresar e ir batiendo categorías hasta progresar y llegar como otros compañeros hasta el Real Madrid Castilla. Fue una lesión de cruzado muy dura, que se prolongó en el tiempo debido a que nos precipitamos un poco en la vuelta a los terrenos de juego, sobre todo a los entrenamientos. Después de recuperarme de la lesión de rodilla, que arrastré algunos problemas meses posteriores, tuve una pubalgia… más allá de esos 6 meses milagrosos que algunos comentan que puede durar una recuperación de estas características, a mí me llevó prácticamente un año. No pude disfrutar casi de la etapa de Juvenil B, y llegué a Juvenil A con Luis Miguel Ramis estando la temporada ya empezada, el míster con un once fijo… y sobre todo, a un nivel de competitividad en el que era muy muy difícil alcanzarlo. Las molestias que arrastré en la rodilla me impidieron reengancharme bien a los entrenamientos y tener cierta continuidad. Eso, acompañado de la que para mí creo que ha sido una muy mala decisión por parte del club, que es la desaparición del Real Madrid C, creo que es lo que hizo que no pudiera pegar el salto y al final me acabase perdiendo como han hecho muchos otros jugadores en la cantera.

“Reguilón es la viva imagen de lo que significa persistir, porque a este chico la verdad es que a nadie le ha regalado nada”

P: De esa lesión vuelves con una goleada, con Sergio Reguilón como compañero en el centro de la zaga. ¿Qué tal te desenvolviste con él, cómo era Reguilón?

R: Regui es un jugador y una persona muy trabajadora, así lo recuerdo yo. Al principio era un chico que apenas contaba con oportunidades cuando jugaba de lateral izquierdo. Era muy pequeñito, algo endeble, y en aquellos tiempos era Juanjo Manresa, que ahora está jugando en un equipo de preferente de la Comunidad Valenciana quien se hacía cargo de ese puesto. E incluso iba convocado con la selección española. Reguilón, digamos que es la viva imagen de lo que significa persistir, seguir intentándolo, porque a ese chico la verdad es que nadie le ha regalado nada. Durante muchos partidos iba desconvocado; se ponía triste, como es lógico, pero no dejaba de trabajar, nunca ha tenido una mala palabra hacia ningún entrenador. Y bueno, al final tiene una muy buena pierna izquierda, él ha ido puliendo sus condiciones físicas, y creo que en aquellos tiempos se desenvolvía mejor como lateral izquierdo, pero en aquel partido lo hizo como central, yo creo que nos complementamos muy bien, porque él es un chico más alto, yo soy más rápido… cada uno jugábamos en nuestro perfil. Y creo que es un jugador que se puede adaptar a varias posiciones porque tiene esa predisposición y esa hambre, esas ganas de conseguir cosas.

P: ¿Te has planteado volver al fútbol como entrenador en algún momento?

R: La verdad es que no. Porque creo que es admirable lo que hacen muchas personas cuando comienzan en esto, porque tienes que alcanzar varios niveles, ir pasando por muchas fases, entrenar a los más jóvenes. Que no todo el mundo está preparado para afrontar esa etapa formativa en la que tienes que enseñar a chicos de 5, 6 o 7 años. Yo creo que no estaría preparado para pasar por todo ese proceso. No es algo que haya descartado por completo, pero sí que es cierto que, como en el mundo del periodismo también estás muy cerca del fútbol, y no tienes tanta presión como sí tiene un entrenador, me gusta. Solo un entrenador sabe lo que se trabaja, las horas que hay que dedicarle, y es algo que de momento no me planteo.

P: ¿Se te queda alguna espinita clavada por no haber podido jugar en el Castilla y quien sabe si llegar más arriba?

R: Por supuesto. Es algo que siempre llevaré dentro de mí. Es una espina que jamás me quitaré, porque al final el Real Madrid es el club de mi vida, lo ha sido siempre. Y creo que una vez me lesioné, hice todo por recuperarme, todo lo que estaba en mis manos por volver en las mejores competiciones y, cuando realmente iba a tener la oportunidad de tener continuidad en el Real Madrid C, que es una categoría como Tercera División, quizá menos exigente, en la que podría haber recuperado mi nivel, el club lo eliminó. Después de 5 años allí, creo que el club podría haber hecho algo más por mí, en el sentido de quizá renovarme, buscar alguna cesión, para ver cómo era mi vuelta y no fue así. Es algo que me dolió. Igual que a muchos otros jugadores les pasó sin haberse lesionado, esa decisión de hacer desaparecer el Real Madrid C hizo que muchos talentos se perdieran por el camino, talentos que verdaderamente pienso que, si se les hubiera dado la oportunidad, podrían estar ahora mismo en el fútbol profesional como otros compañeros.

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