2007, una generación de campeones
En el fútbol, como en la vida, todo pasa muy rápido. La línea entre el fracaso y el éxito es demasiado fina. Y nunca se deja de aprender y crecer. Un ya lejano 2 de julio de 2019 escribíamos por aquí una opinión titulada “Perder para seguir ganando”. En ella contábamos la historia de una generación de pequeños madridistas (nacidos en 2007) llamada a conseguir grandes cosas. Curiosamente, en esa ocasión quién dirige este medio pidió a un servidor que escribiese sobre un equipo que había hecho historia ganando la Liga Promises edición nacional en 2019, un torneo que se resistía demasiado tiempo, y que había caído con cierto estrépito en la final días después en New York en la misma competición, pero en versión internacional.
Aún así los dos lo tuvimos claro para una generación que lo merecía y que estaba disputando la competición más próxima a la Champions League en baja cantera. Y ya sabemos todos que cuando algo se parece a la Champions y el Real Madrid está de por medio…
Crecer en la victoria… y en la derrota
Ese equipo, dirigido por Juan Carlos Duque, ya no es Alevín, ahora es Infantil B y, lo más importante, aprendió a perder para seguir ganando. Lo hizo en el XXIV Torneo Internacional LaLiga Promises Abu Dhabi 2019. Recientemente, en el IV Dubai International U13 Cup también tocaron oro después de doblegar al Inter de Milán en los penaltis. Y la siguiente gesta a la que apuntan y amenazan con lograr es la del título de liga, devolviendo a Valdebebas un campeonato que no se gana desde hace una década. Es con diferencia, la liga más difícil en toda La Fábrica por ese salto de madurez física y psíquica que se aprecia entre infantiles de primer año (Real Madrid) y de segundo año (sus rivales).
La última generación que lo logró fue la de 1997 (con Javi Sánchez y Jaime Seoane como sus máximos exponentes) en 2010. Ahora, la camada de 2007 comanda con cuatro puntos de ventaja su grupo y, si no flojea de aquí a final de temporada, volverá a lograr un título especialmente complicado, ya que como decíamos se suelen enfrentar a rivales de un año mayor, algo que en estas edades se nota mucho sobre el césped. Pero este equipo está dispuesto a derribar todas las puertas para empezar a convertirse en una de las generaciones para tener en cuenta de cara al futuro.
Especialmente cuidada
Es poco normal que un Infantil B se cuide tanto como lo está haciendo el Real Madrid con éste, pero es que el club se ha dado cuenta que en ese vestuario hay potencial para hacer grandes cosas. Por ello, este verano se ha reforzado con varios nombres (a pesar de los tremendos éxitos) que están rindiendo a un grandísimo nivel. El que más suena es el de José Antonio Reyes, hijo del ex jugador del Real Madrid, que actualmente está lesionado, pero que fue clave para ganar LaLiga Promises con varias actuaciones estelares, especialmente en la final, aunque no es el único. De hecho fue elegido mejor jugador del torneo y máximo realizador, al igual que fueron elegidos mejores jugadores sus compañeros Jaime Pascual y Carlos Díez en las ediciones anteriores.
Javi Navarro (A.D. Unión Adarve), Iván Freire (Móstoles U.R.J.C), Álvaro Iglesia (Rayo Majadahonda), Ignacio Gascón (Granadal Figueroa), Marcos Rodríguez (Rayo Vallecano), Álex Galán (U.D. San Sebastián Reyes), Pol Durán (Gimnàstic Manresa) y Daniel Yáñez (Cádiz C.F.), también llegaron durante el verano a un equipo que sufrió varias bajas para seguir ganando potencial.
El tiempo dirá hasta dónde llega este grupo. Si en el día de mañana hablamos de ellos como uno de los equipos que están marcando época en La Fábrica o se diluye. Todavía es demasiado pronto para saberlo. Lo que está claro es que hasta el momento los números, tan sólo han cedido dos empates en todo el curso, y las sensaciones no pueden ser mejores. El Real Madrid cuida al máximo a un grupo lleno de talento con el propósito de hacer de ellos campeones con ADN Blanco, aunque será el futuro el que dicte sentencia.
