0-1 | La estrategia da por fin la primera victoria a domicilio al Castilla
No hay mejor manera de terminar la primera vuelta que consiguiendo, por fin, una victoria lejos de Valdebebas. Vigo tuvo que ser, tantas veces talismán para la cantera blanca, la ciudad que fuera testigo de la primera que consigue el filial blanco en la última salida fuera de casa en media temporada. En otros partidos, seguramente se mereció más por juego y ocasiones, pero al final los pupilos de Raúl volvieron a casa sin conocer el sabor de la victoria. Esta vez, merced a una jugada de estrategia, la sonrisa apareció en todos los rostros de jugadores y técnicos del Castilla cuando el colegiado señalaba el camino de los vestuarios. Mario Gila se la regaló con su gol.
Raúl había prometido rotaciones y las hubo, hasta cinco. Alguna fue forzada, el viaje de Altube a Arabia para la Supercopa ponía a Belman en su puesto y, finalmente, los problemas musculares de Javi Hernández provocaban que se perdiera su primer encuentro del curso en beneficio de Víctor Chust. Además, Antonio Blanco y Álvaro Bravo formando el doble pivote y César Gelabert en la línea de tres jugones tras el punta, eran el resto de novedades de inicio.
El primer tiempo no trajo ninguna buena noticia. Los primeros acercamientos con peligro son locales y en el minuto cinco el infortunio se ceba con Bravo, que gozaba de la titularidad por cuarta vez en la temporada, pero cae lesionado tras un choque con un rival. Tras ser atendido, intentó continuar en el campo, aunque finalmente, Martín, sin apenas calentar, tiene que reemplazarlo en el minuto nueve. Ese contratiempo más dos amarillas rigurosas a López y Gila, por dos faltas calcadas en la frontal del área, es todo el contenido destacable de los primeros cuarenta y cinco minutos de la contienda. El equipo normalmente blanco, que hoy vestía de Azul oscuro casi negro (los expertos en marketing también van al cine), intentaron sin demasiado éxito hacerse con la manija del partido, aunque los dos equipos se marcharon al descanso sin haber tirado ni una sola vez entre los tres palos.
La segunda mitad ya fue otro cantar. El técnico blanco debió tirar de motivación en la caseta y el Castilla comenzó a resultar mucho más incisivo. La sociedad Fidalgo-Fran García empieza a carburar como en los mejores momentos de la temporada y fruto del dominio y la intensidad llegan las ocasiones, como debe ser. Franchu da el primer aviso al rematar en el primer palo un córner botado por Martín Calderón que supera al portero rival y se marcha fuera por muy poco. Y, curiosamente, en otra jugada a balón parado funciona la pizarra. Minuto 56. Falta a Franchu en tres cuartos de la cancha celtiña, Martín vuelve a poner el balón con mucha intención en la frontal del área chica y Mario Gila, que hábilmente se zafa de su marcador, se adelanta con habilidad al límite de lo legal, rematando de cabeza sutilmente sin que nada se interponga entre el balón y la red. Un gol que en ese momento era oro, y con el paso de los minutos, platino.
De ahí hasta el noventa y tres, las lecciones aprendidas de experiencias pasadas, con final infeliz, provocaron que el Castilla buscara el control con un juego poco vistoso pero efectivo. Marvin sustituyó a Franchu en el 65, más para ayudar a López en tareas defensivas que para buscar la sentencia. Martín y Pedro vieron sendas amarillas, que en el caso del bravo delantero andaluz acarrea suspensión, así que el domingo frente a Las Rozas será el momento de ver de nuevo a Rodrigo titular tras tantos meses. Miguel Baeza suplió a un exhausto César Gelabert ya en el 87 y los intentos celestes por lograr el empate resultaron infructuosos. En realidad, su mejor ocasión fue un lanzamiento de falta de Moha, que lamió la cruceta y no consiguió hacer buena la maldición de los ex de la cantera que tanto persigue a los blancos.
Tras la finalización del choque, Raúl, visiblemente feliz por la victoria, recordaba a los suyos que en cuatro días hay que hacer bueno este resultado si comienzan la segunda vuelta consiguiendo otros tres puntos en casa. Ese es el mensaje. Si se quiere enganchar de verdad al aficionado al carro de la ilusión hay que hacer del Di Stéfano un fortín inexpugnable, porque la lata de las victorias a domicilio se ha abierto ya y si no se cierra hasta final de temporada quién sabe hasta dónde se puede soñar aún.
FICHA TÉCNICA
Celta B 0-1 Real Madrid Castilla.
Gol de Mario Gila, asistencia de Martín Calderón, minuto 56.
Celta B: Vieites; Carreira, Ros, Farrando (Iker Losada, 70′), Pampín; Dani Vega (Bermejo (A), 63′), Solís (A), Moha Moukhliss, Fontán; Manolito Apeh, Gabri (Yeboah, 63′).
Real Madrid Castilla: Javi Belman (A); Sergio López (A), Mario Gila (A), Víctor Chust, Fran García; Antonio Blanco, Álvaro Bravo (Martín Calderón (A), 9′); ‘Franchu’ Feuillassier (Marvin Park, 65′), César Gelabert (Miguel Baeza, 87′), Álvaro Fidalgo (C) y Pedro Ruíz (A).
Estadio Municipal de Barreiro, buena entrada, lluvia fina y temperatura agradable. Césped en muy buenas condiciones.
Pablo Calvo.